viernes, 5 de noviembre de 2010

Poemas perdidos. 1

Cuando el dolor revienta en las mejillas
y explotan de los ojos cataratas,
el corazón mutilado es un lamento
y su quejido es sancionado por decreto.
Cuando las cartas se quedan sin los reyes
y los juegos terminan maldiciendo,
no hay jazmín que adorne las parcelas
ni caricias que calienten en invierno.
Por mucho empeño que se ponga en el intento
no florecen amapolas en el prado
ni hay luna que ilumine un aposento,
porque el amor viste de luto
cuando muere,
porque la daga del adiós
mata los sueños.


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