sábado, 8 de octubre de 2011

Al final la familia siempre tiene las puertas abiertas para ti. Siempre estan deseando que vuelvas a pesar de todos los problemas tenidos te echan de menos. Familia os echo de menos.

-Yo no desee que salieras de mi vida.
-Yo tampoco quise nunca salir de la tuya.
-Pero lo hiciste.
Siempre hay alguien en nuestra vida que echamos de más, nos molesta, nos perturba... ¿Y cuando al fin sale de tu vida? Siempre se echa de menos. Al principio no lo notas, porque es lo que querías, o quizas no, pero poco a poco, vas notando su ausencia. Llega un momento en el que echas de menos lo que antes odiabas, las peleas, los gritos...
-¡Siempre haces lo que quieres!
-¿Y eso es malo?
-¡Si!
Las decepciones...
-No pensé que fueras así.
-La vida no es una pelicula con final feliz y yo me canse de vivir según lo que tu esperabas de mí.
En esos momentos, aunque de un modo diferente, al menos sigue estando en tu vida. Quizás incluso eres tu quien decide alejarse, el problema llega cuando echas de menos a esa persona hasta el punto de que preferirias discutir con ella a hacer cualquier otra cosa en el mundo. De mil lugares, sitios y personas prefieres estar a su lado, aunque sea a base de gritos. Y... entonces, ¿Qué? No vale la pena engañarse a uno mismo. Tampoco vale pensar en qué es lo correcto, porque al final el corazón estalla en gritos, solo vale una cosa.
-Aquella tarde que te despediste de mí, sabia que no volverías, aunque no me lo dijeras; te conozco demasiado bien.
-¿Y por qué no me detuviste?
-Porque era tu decisión, estabas muy segura y pensabas que era lo correcto, y así era, pero no se puede ignorar al corazón, por eso estoy aquí.
-¿Y qué? Si tu siempre decidías por mí.
-Pero en ese momento, yo estaba tan cansado como tú.
-¿Y ahora?
-¿Ahora?..... Te echo de menos.

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