Siempre me has dicho que te gusta como escribo, y es verdad puedo trasmitir más por esta carta que por todo lo que vayamos a intentar hablar. Realmente no me conoces, yo no soy así y siento haberme comportado de esa manera cuando no debía puesto que no valoré tu esfuerzo. Te quiero y sé que me quieres así que ¿Por qué no luchar? Te prometo que esta vez será diferente, no estarás tu solo, esta vez yo te ayudaré y juntos podremos seguir hacia delante y tener tiempo para poder estar juntos y planear cosas como también estar separados y poder divertirnos.
Me gustaría tener esta oportunidad para que me ayudes a sacar mi verdadero yo e intentar que tanto Psique como yo estemos juntas y yo ya pueda estar bien. Sinceramente necesito tu ayuda, no es por capricho sino porque a demás de todo lo anterior siento que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Te pido perdón por todo el daño que te he hecho, no era mi intención de verdad, me gustaría estar bien contigo, que fuéramos felices y dejáramos de lado todos los malos royos, joder, que podríamos estar genial si creemos en ello. Realmente cada vez que pienso en ¿Qué he hecho? Intenté ser otra persona por miedo a sufrir yo y terminé convirtiéndome en un monstruo y ya no pude poner el freno a esa metamorfosis que me consumía cada vez más dentro. Ahora te he hecho daño a ti y es una de las cosas de las que más me arrepiento en este mundo. Álvaro me has enseñado muchas cosas, me has querido demasiado, has aguantado mucho… no te quiero perder, eres lo mejor que me ha pasado y esta vez sí, sí voy a luchar por lo que me importa, quiero cambiar, quiero ser fuerte y estar con la persona a la que quiero realmente, quiero dejarme las tonterías de lado y ser yo misma, una persona “especial” para ti. Quiero que sea nuestra historia y dejar de encararme a mi misma y no decir lo que pienso. Quiero dejar de comportarme así y cada vez que veo en lo que me he convertido yo también me doy miedo a mí misma.
Te quiero pedir que no te vayas todavía, no soportaría que salieras por esa puerta y te fueras, mi corazón no está hecho para soportar tanto dolor después de haberme propuesto un reto, una lucha… moriría, explotaría, no, por favor, no te vayas, no me dejes sola, no quiero estar sola, sé que no te necesito para respirar, pero quiero que seas el aire que respiro, no te vayas todavía no estoy preparada para ver cómo te marchas y me quedo sola, esperándote, quiero que vuelvas y me digas princesa, y beses mi boca. Quiero esa oportunidad, la idea de poder estar contigo y poder contar con tu ayuda para que podamos ser felices.
¿Por qué no te dije que te quería? ¿Por qué no te lo impedí? Yo sólo me quede sentada viéndote ir, y millones de momentos volvieron a mí, vuelve, la puerta está abierta, vuelve y no te vuelvas a ir, tengo que decirte una cosa... te quiero.
Tal vez te estés preguntando por qué no soy capaz de decirte esto siempre, cuando no sientes nada y lo sientes todo a la vez, esa sensación es la que se tiene, cuando no se sabe que decir pero quieres decirlo todo, cuando te quedas mudo y tienes todas las palabras perfectas y exactas, cuando lloras y no caen lágrimas, ríes y no se escuchan carcajada ... así deben de sentirse, vacías, eso deben de sentir, así te sientes cuando tienes miedo de perder lo que tienes, o no hablar, por miedo a equivocarte, eso es lo que se siente cuando se pierde, pero ¿sabes?, el problema no es saber lo que se quiere, sino saber que si te ocurre todo eso es porque no confías en ti. Me falta fuerza para poder hablar contigo porque actué inmaduramente y por impulsos y eso quiero cambiarlo para tener confianza en mí misma y poder decirte las cosas y así confiar el uno en el otro sin que haya problemas.
Pero ahora ¿Cómo le demuestras a alguien que le quieres? No sé cómo responder a esta pregunta y me gustaría que tú me dieras miles de razones para demostrártelo todos los días. Me gustaría tachar todo lo que he sido antes y cambiar, ser una nueva persona para poder empezar contigo, sin miedos ni inseguridades.
Finalmente para terminar ya quería decirte que gracias por todo, por apoyarme, por estar cuando lo he necesitado, por aguantarme, por consolarme, por aguantar mis llamadas, por esas noches, por los viajes, por el perro, por todo lo que me has enseñado, por la vida que me has dado, por tus regalos, por tu sonrisa, por tu amor, por protegerme cuando estaba indefensa, por cuidarme, por hacerme sonreír, por tu ayuda, por tantas cosas que podría no terminar nunca pero principalmente gracias por haber estado conmigo este año, aunque yo me haya comportado de esa manera tan infantil y haya sido tan inmadura, este año he aprendido muchísimo contigo. Así que solamente puedo darte las gracias.
Tantas veces he buscado a esa persona que este conmigo en todo, que sepa lo que yo sé, que sea un trozo de mi, que me mire y sepa lo que hay en mi cabeza, esa persona con la que no tienes secretos, y nada vale más que saber que la otra está bien, y ni la distancia ni el tiempo pueden separarte.
Tantas veces tengo miedo, si te vas y no vuelvo a verte será como quitarme parte de mi, dejarme sola, desprotegida sin ti, sin nada. Eres mi parte gemela, mi trocito de mundo, mi espejo, seres distintos que por suerte se encontraron y pudieron dejar al lado sus diferencias para ser una persona sola. Nunca me había entregado tanto a nadie aunque luego me haya comportado de esa manera.
Todo esto ya lo sabes, eso y que te quiero, gracias por existir y por quererme tanto como tú lo has hecho, no puedo pedir más.
“Mi amor por ti será eterno como el cielo, constante como la mar, profundo como la noche y limpio como el cristal.”
M. Amane Malibu Irgala
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